Chaval aprendiendo a codificar jugando

Codificar no es un tema exclusivo para personas avanzadas o genios en el área informática o de programación. Si deseas introducir a un niño cualquier conocimiento se debe estructurar y orientar la información de acuerdo a su edad.

Es vital que lo que intentes transmitir sea de la forma más sencilla posible y si es lúdica mejor. Toma en cuenta que codificar para ellos puede iniciarse sin un computador, hasta para un adulto debería ser igual.

Integra actividades manuales, como por ejemplo realizar una pulsera con mostacillas donde cada color represente una letra de su nombre.

Cuando un niño cuenta con actividades diferentes a diario se divierte más, aprende y consolida mucho más rápido.

Codificar con las actividades cotidianas en casa desde los 3 años

Lo ideal es iniciarlos sin hacer uso de un computador, de esta manera aprenderán realmente a codificar. Por otro lado irán adquiriendo el sentido de ejecución de algoritmos y con el paso del tiempo les resultará sencillo. Es algo más cercano al pensamiento computacional que a la programación como tal.

Los chiquitines no van a crear su propio código pero si podemos adentrarlos en el mundo de la programación.  Como mencioné previamente la mejor herramienta de la que disponemos y no nos cuesta dinero son los juegos.  

A los 3 años se encuentran en la fase primitiva de la lectoescritura así  que las actividades pueden ser:

  • Tarjetas con instrucciones que en primer momento serán pictogramas con instrucciones cortas y sencillas. Ejemplo: saltar 3 veces, dar una vuelta en su lugar y saludar con la mano. Tendremos un conjunto de tarjetas preparadas previamente con las órdenes básicas como por ejemplo dar un paso hacia adelante.
  • Sean robots por un rato: dale instrucciones de mando al robot y ayudale a cumplirlas. Por ejemplo: reptar desde la cocina hasta la sala. Siguiente instrucción: reir como un robot. Por último imitar al otro robot.

Poco a poco irás añadiendo nuevas instrucciones y actividades haciendo de cada día una nueva experiencia de aprendizaje. Este tipo de actividades suelen desarrollarse con chavales de hasta aproximadamente 5 años.