En lo que respecta al presupuesto, quizá sea lo más significativo al momento de plasmar un proyecto. Seguramente, todos vosotros se ha planteado la idea de algún proyecto sin antes determinar el presupuesto requerido, y en algunos casos ese proyecto termina por ser algo más grande que vosotros tragándose todos los recursos que poseéis, incluyendo la salud. Se pudiese transformar en lo que se conoce como una “macroaplicación” el cual casi os lava la ropa y cuesta hasta 120$. En lo que respecta al freelance, dentro de ese contexto en el trabajo el cual es la ocupación comercial, se logra conectar con los clientes, e incontables veces terminan algún trato con el fin de concluir el desarrollo de alguna página, uso de una aplicación, una que otra palabra y se ponen manos a la obra. Si se reúne todo el dinero que se ha gastado por todo eso, se tendría suficiente para vivir bien.
Existen 2 riesgos:
El principal es que luego de comenzar, os mencionen que han hallado a otro individuo, algún cuñado o alguien cercano a vosotros el cual hace la actividad por menos dinero (usualmente una enorme cantidad en el cual no se pueden cubrir los gastos)
El otro factor sería que en una página detenida que cuenta con un diminuto aparato para los productos, se logre transformar en tienda virtual, teniendo 10 modificaciones en el diseño y en vez de lograr concluirla en poco tiempo, os llevaría más de unos meses.
Por lo que lo principal es redactar todo lo que se ha acordado, que persona ha suministrado ese material, los periodos para la entrega el cual añade el presupuesto y el número de las secciones. Asimismo, se debe señalar las páginas el cual añadirán cada una de las secciones y cuanto se cobrará por ello. Obviamente la paga es lo más importante, por eso se trabaja en esto por lo que, cuando se habla con la persona el cual os contrató, debéis tener en cuenta que no podéis fiarse de él y que solo importa el trabajo que hagáis.
Para concluir con este tema, me atrevo a decir que es más conveniente el perder a un cliente difícil que a 3, por el simple hecho de no poder dedicarle el tiempo o porque no se deja explicar.