El día de hoy te contaré una anécdota de una compañía que hace cursos online, Aula Formativa. Todo esto trae como fin el informarte el proceso que tiene un buen alojamiento de servidor. Tal parece que se realizó una serie de cursos con vídeos, bastantes cómodos de seguir y poder aprovecharse así de los convencionales textos con imágenes.
Cada uno de esos vídeos ha ocupado un espacio en bytes por lo que pesan más al momento de ser transferidos por Internet. Eso no sería algún tipo de inconveniente si la cantidad de usuarios que bajan los vídeos se viese limitado. Sin embargo, existen momentos en que un servidor no aguanta al momento de soportar dicha carga, por muy poderosa que sea.
El inconveniente, como te comentaba, está en el que muchas personas intentan al mismo tiempo bajar estos vídeos. Ellos, en algunos momentos han decidido regalar varios vídeos de los cursos que han hecho como compañía. Todo con la finalidad de que puedan proveerles a los interesados una información útil para aprender.
En varios momentos, se ha enviado un presente a varios de miles de usuarios de un solo golpe. Eso no sugiere que cada una de esas personas vayan a intentar bajar los vídeos a la vez. Sin embargo, puedes imaginar lo seductor que sería el presente para esos usuarios que buscan un material de aprendizaje.
El inconveniente en la transferencia
En el transcurso que se han presentado dichos inconvenientes, son muchas las personas que habían intentado bajarse los vídeos. Sin embargo, es triste el hecho de que, si bien es poderoso el servidor, éste se colgaba hasta llega al máximo de bajadas. Lograba disminuir lo suficiente como para que algún servidor pudiese abordarlo. Eso lograba generar un descontento lógico entre los usuarios que querían visualizar los vídeos subidos. Esto es porque no podía entrar al regalo que se les había prometido.