Un sitio web fácilmente la podemos observar desde el navegador predeterminado, o cliente web, y parece una sola forma, pero no es así, está acomodada por una masa de distintos ficheros, como son las imágenes, los posibles vídeos y lo más significativo, el código fuente que menciona dónde poner cada texto, cada imagen o cada vídeo y la representación que poseerá estos al ser puestos en el sitio web.
No es ningún inconveniente el que las webs estén ajustadas por tantos elementos, ya que ágilmente verán que su clasificación es sencilla y que no se nos van a perder o escapar ninguno.
Como se han podido imaginar y a modo de síntesis, para informar en Internet es necesario que construyamos unos archivos hipertexto, o hipermedia, con sus convenientes documentos de imagen o vídeo y situarlos en unos ordenadores que son servidores de páginas web. Pero esto es algo que vamos a tratar de explicar poco a poco en los siguientes capítulos.
No obstante signifique adelantarse a las biografías, es atrayente marcar que con una simple acción se puede ver el código fuente de los sitios web, es decir, cómo están creadas por dentro. Por ello, en Internet Explorer se ha de presionar sobre el menú de Ver > Código fuente y en Firefox se ha de seleccionar Ver > Código fuente de la página.
Una vez traten con el menú para ver el código fuente del sitio, se os abrirá una ventana con un cúmulo de texto que a ciencia cierta os resultará dificultoso de concebir a primera vista. No importa que no entendamos nada, pero podemos ver que una página web “por dentro” es un texto con código.
Con el tiempo podrán comprender a escribir ese código por vosotros mismos, aunque tal vez quieran olvidar las complicaciones de escribir código y manejar un programa que lo haga por vosotros, que es otra posibilidad perfectamente válida.
